Sellador

selladoresLa superficie de las caras de los dientes que realizan la masticación puede protegerse de la caries con la aplicación de un tratamiento sencillo e indoloro que beneficia especialmente a los niños.

1. ¿Qué son?

Los selladores consisten en una especie de barniz que rellena las fosas y fisuras de la superficie de los dientes y que, una vez puesto, se solidifica.
Los aplica el odontólogo en la consulta dental y suelen aplicarse en las caras masticatorias de los molares y en los premolares.
Son importantes porque protegen las fisuras y fositas de los dientes, formando una película e impidiendo que en ellas entren restos de alimentos. En consecuencia, impiden la presencia de bacterias y la aparición de caries.
Los enjuagues con flúor protegen la superficie dentaria con eficacia, pero es difícil que el flúor llegue a penetrar en las fisuras de los dientes que, en muchos casos, son pequeñísimas.
Es aquí donde los selladores tienen una inestimable función para la protección de nuestros dientes.

2. ¿Cuándo deben aplicarse?

El momento ideal para su aplicación es tan pronto salgan totalmente los molares y premolares, antes de que la caries los ataque.

3. Ventajas

– Hacen positivo el primer contacto del niño con su odontólogo, ya que se colocan sin anestesia y no producen molestias. El niño así se familiariza con el entorno de la clínica dental y se consigue que desaparezca el miedo a los profesionales que garantizan nuestra salud bucal.
– Son estéticos, al tener un color similar al del diente. Los hay incluso transparentes.
– Son una protección muy eficaz contra la caries de las caras masticatorias de los dientes. Si se mantienen en buen estado (lo que se garantiza con revisiones periódicas cada 6-12 meses) la protección contra la caries es casi del 100%.

4. ¿Qué conducta seguiremos tras su aplicación?

Los selladores protegen casi al 100% la cara de los dientes que usamos para masticar. El resto de las superficies de los dientes siguen expuestas como antes del tratamiento a la acción de las caries, por lo que un tratamiento de este tipo no es excusa para no seguir un buen programa de higiene dental.
Por otra parte, las revisiones periódicas de los selladores garantizarán su efectividad, ya que permitirán reponerlos si se han desprendido, evitando así la aparición de caries en la zona que éstos protegen.